Puntos de vista educativos
El desarrollo cognitivo.
Un niño o una niña que tiene una discapacidad visual, tiene un desarrollo cognitivo más lento y cualitativo diferente al de cualquier otro niño/a que ve perfectamente.
Por otro lado, se debe tener presente también, que como afirma el Ministerio de Educación, “el problema no está en la capacidad de razonamiento lógico sino en la modalidad sensorial en que se presenta la información”, debido a que “ante estímulos táctiles, el niño percibe la información fragmentada” (riate.org , s.f).
Fotografía recuperada de: alohaecuador.com (2020)
El desarrollo psicomotor.
El desarrollo psicomotor forma parte de uno de los puntos más importantes a desarrollar por parte del cuerpo del ser humano, ya que, si este, recibe una buena estimulación evitará que se produzcan problemas con el aprendizaje o el sistema nervioso, entre otros.
Por todo ello, es muy importante que el alumnado de Educación Infantil con dificultades de visión, en el período de entre los 3 y los 6 años, comience a conocer y percibir los objetos por medio del sentido del tacto.
Fotografía recuperada de: Alvarado, C. (S.f)
El desarrollo emocional y afectivo.
Cada niño/a debe ir conociendo y adaptándose al mundo que tiene a su alrededor independientemente de su desarrollo emocional, ya que, para todos es el motor del desarrollo.
Asimismo, si se interactúa constantemente con ellos mediante el contacto corporal, movimientos y verbalizaciones, y se le ayuda a organizar las situaciones de la vida diaria, se puede conseguir un mayor bienestar tanto físico como psicológico.
Fotografía recuperada de: Cruz, A. (2020)
El desarrollo sensorial y perceptivo.
Los niños y niñas que sufran deficiencias visuales, ya sean de mayor o de menos grado, comenzarán a compensar la falta de visión con el resto de los sentidos y con el lenguaje.
Fotografía recuperada de: dislexia problemas de aprendizaje comunes (2017)
El desarrollo conductual.
Es importante que tanto el profesorado como las familias de los alumnos diferencien cuáles son las conductas que desarrolla el niño de manera adaptativa y cuáles pueden desarrollar que sean alarmantes.
Por consiguiente, conductas como: frotarse constantemente los ojos, problemas para leer o ver la pizarra, o utilizar los aparatos electrónicos de manera continua muy cerca de la cara, pueden ser indicios de que un niño/a tenga problemas de visión.
Fotografía recuperada de: Aribau, E. (2018)
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